El ejercicio aeróbico es el ejercicio físico de intensidad moderada y de larga duración, que necesita un trabajo constante de la respiración para absorber la mayor cantidad de oxígeno.
El oxígeno junto con el trabajo de nuestro corazón, los pulmones y circulación sanguínea, va a llevar los nutrientes y combustible a los músculos del cuerpo, los que nos permite realizar el ejercicio. Este combustible lo toma el cuerpo de las reservas de hidratos de carbono y de la grasa que tenemos.
Los ejercicios aeróbicos como decíamos son de intensidad moderada y de larga duración, los ejemplos más comunes son caminar, trotar, nadar, bailar, hacer bicicleta, entre otros.
Se considera ejercicio de intensidad moderada aquel en el que las pulsaciones cardiacas se mueven en un rango de 60% a 85% de nuestra frecuencia cardiaca máxima. Normalmente este ejercicio se hace por un periodo de tiempo entre 30 y 40 minutos. Si lo haces de 3 a 5 veces por semana podrás tener los siguientes beneficios:
Por el otro lado está el ejercicio anaeróbico, que son ejercicios de alta intensidad y de poca duración (promedio 2 a 5 minutos), donde no se necesita oxígeno porque la energía proviene de fuentes como son el ATP muscular o la glucosa. Dada la intensidad de estos ejercicios, la fecuencia cardiaca sube arriba de un 85%.
Algunos ejemplos son el levantamiento de pesas, las carreras de velocidad (100, 200 y 400 m planos por ejemplo), el box, deportes como el fútbol y el tenis, que intercalan períodos de descanso con otros de gran intensidad. Este tipo de ejercicios tienen como beneficios que aumentan volumen y fuerza de los músculos , los hacen mas resistentes, nos ayudan a soportar una mayor intensidad y potencia al hacer ejercicio.
Lo más recomendable es alternar y complementar tanto ejercicios aeróbicos como anaeróbicos, ya que se conseguirás beneficios tanto cardiovasculares como musculares!
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