Existen 5 etapas identificadas que debemos entender, asimilar y prepararnos como parte del entrenamiento, para que cuando lleguen en la competencia sepamos cómo manejarlas.

Primero está “la Euforia”,  cuando iniciamos hasta el km 5, es una sensación de emoción y  energía. En este momento debemos ser cerebrales para llevar la carrera a nuestro ritmo, sin aumentar la velocidad por la emoción y  usar fuerza que luego vamos a necesitar. Tranquilo, no te emociones, hay mucho tiempo por delante!

La segunda es “la plática” que va del km 6 al 15, y es cuando seguimos emocionados y queremos platicar con los que corren a lado nuestro, cosa que nos puede hacer aumentar el ritmo, tratar de ir al paso de con quien hablamos  y gastar energía prematuramente.  La sugerencia es no hablar, concentrarse y mantener el ritmo que entrenamos, no te dejes llevar por los demás!  Déjalos!

La tercera es “la transición” que va del km 16 al 23 aproximadamente y es justo  el cambio de la alegría hacia el inicio del cansancio físico y mental. En esta parte es cuando empezamos a correr callados, concentrados  y a un paso más real. En este momento tienes que evaluar si el ritmo que llevas es el correcto, si mentalmente vas bien y cómo estas  para poder terminar la mitad restante. Haz los ajustes necesarios, falta mucho aún.

La cuarta es “La crisis”  que va del km 24 al 32, conocido como “la pared”, que es el momento en que vamos a empezar a sufrir física y mentalmente. Aquí es cuando nos empezamos a preguntar si lograremos llegar  a la meta.  Empiezan dolernos las piernas, nuestro ritmo baja, las ganas de correr  empiezan a  desaparecer y nuestra mente ya no está despejada .  Hay que preveer esta etapa, saber que llegará y concentrarse. 

La quinta es “el sufrimiento”, va del km 33 hasta el 42.  Es donde si le metimos muy fuerte al inicio, vamos a pagar la factura! Mentalmente estamos agotados, sólo queremos terminar y cualquier distancia se nos hace eterna.  Concéntrate en que tu único objetivo es  el siguiente km, no pienses mas!  Aquí tu pensamiento podrá decir “no vuelvo a correr un maratón”…  Preparate para no sorprenderte cuando llegue este momento. Recuerda, sólo preocúpate por llegar al siguiente kilómetro, y cuando este llegue, festéjalo... ahora sólo piensa en el siguiente.

Finalmente viene el “éxtasis” que se da los últimos 500 m rumbo a la meta, nos cambia la cara, regresa el ánimo y de algún lugar se toma fuerza física y  mental!  En esos últimos segundos, seguro aumentarás tu paso y correrás como si empezaras! Es el premio a tanto esfuerzo. 

La clave del éxito mental en el maratón radica en anticiparse  a todas estas sensaciones, para controlarlas y disfrutar la carrera.

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