Nadar y digestión, ¿mito o realidad que sea peligroso?

Durante el año hay muchas oportunidades de tener días de vacaciones o libres en que podemos ir a nadar. Vamos a platicar si es realidad o mito la teoría de que nadar inmediatamente después de comer, puede provocarnos una congestión o calambres y correr riesgo de ahogarnos.

A todos nos ha tocado de niños durante las vacaciones qué los papás nos decían que no podemos meternos a nadar a la alberca o al mar y que debíamos esperar al menos 2 horas a que se hiciera la digestión.

Existe la creencia de que después de comer, la sangre en el cuerpo se va al estomago para ayudar a la digestión, por lo tanto brazos y piernas no tendrán el suficiente flujo de sangre para dar brazadas o patalear, corriendo el riesgo de sufrir calambres que nos hundieran y ahogáramos!... ¡Esta es una idea incorrecta!

Es un hecho que la sangre fluye al estómago después de una comida para absorber los nutrientes durante la digestión, pero la verdad es que tenemos suficiente sangre para mantener un funcionamiento perfecto del resto del cuerpo tras una comida.

Adicionalmente nuestro cuerpo produce adrenalina, que ayuda a llevar oxígeno a los músculos que más lo necesitan mientras nadamos. Si un calambre nos afectara mientras nadamos, sería mas una consecuencia de falta de minerales como el sodio, que por el proceso de digestión.

El único riesgo de nadar con el estomago lleno después de haber comido mucho, es sentir incomodidad por el ejercicio y en algunos casos, puede provocar vómito.

De hecho nadadores de larga distancia o de aguas abiertas comen durante el recorrido para mantener el aporte de energía en carbohidratos y proteínas. Si les llegan a dar calambres, es más bien resultado del esfuerzo excesivo y la deficiencia en sodio; no está relacionado con los alimentos.

Lo que si representa un riesgo alto, es meterse a nadar después de haber tomado alcohol, pues el cuerpo reacciona de manera más lenta y la coordinación disminuye, lo que puede provocarnos tragar agua, bloquear las vías respiratorias y ahogarnos.

Pues ya quedó aclarado, meternos a nadar después de comer no nos produce congestión o calambres que provoquen que nos ahoguemos!

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