Cápsula Higiene Deportiva 2 - GSSI: ejercicio largo e inmunidad

El ejercicio largo e intenso y su impacto en el sistema inmune

El ejercicio de moderada intensidad y realizado de forma regular, reduce el riesgo de infecciones comparado con aquellas personas que tienen un estilo de vida sedentario; sin embargo, en programas de ejercicio intensos o sesiones muy prolongadas de ejercicio, se han encontrado incrementos en el riesgo de presentar infecciones de vías respiratorias principalmente, lo que afecta directamente sobre el rendimiento de los deportistas.

En algunas investigaciones se ha demostrado que cuando se realizan ejercicios de alta intensidad y series prolongadas de dicho ejercicio, sucede una depresión transitoria de la función de las células blancas o glóbulos blancos (de defensa) de nuestro cuerpo, lo que puede crear una “ventana de oportunidad” para que se reduzca la protección del huésped, y durante ese lapso, los virus y bacterias puedan ingresar al cuerpo e incubarse, incrementando el riesgo de desarrollar una infección. Otros factores como el estrés psicológico, la falta de sueño y la malnutrición pueden también influir en la depresión del sistema inmunitario y llevar a un incremento en el riesgo de desarrollar infecciones.

Por lo tanto, cuando un atleta se encuentre en periodos de entrenamiento intenso, se recomienda que tenga mayor tiempo de recuperación, ya que de lo contrario, puede resultar en un estado temporal de inmunosupresión, el cuál debería recuperarse con unos cuántos días de descanso relativo. Por lo que se deberá evitar sesiones de entrenamiento muy prolongadas con series de ejercicios de alta intensidad, permitiendo una adecuada recuperación para evitar el sobreentrenamiento y la fatiga crónica. Se puede ayudar esto evitando la monotonía en el entrenamiento al asegurar variaciones en las cargas de entrenamiento día a día, asegurándose de que un entrenamiento intenso sea seguido de un día de entrenamiento más leve.

Se recomienda minimizar el contacto con personas infectadas, evitar áreas muy concurridas y saludar de mano. Mantener una distancia considerable respoecto a las personas que están tosiendo, estornudando o tienen “escurrimiento nasal”, y cuando sea apropiado, utilizar o solicitar que utilicen cubrebocas desechables. Si se realiza ejercicio en clímas fríos y secos, es deseable que se protejan naríz y boca con una máscara facial, lo que ayudará a que el aire se caliente ligeramente antes de entrar a la vía respiratoria. Deberán lavarse las manos de forma regular con jabón y agua, especialmente antes de los alimentos y después de tener contacto directo con personas, animales, sangre, secreciones, lugares públicos y después de utilizar implementos deportivos del entrenamiento. Un punto importante para prevención es no compartir botellas para beber, tazas, cubiertos, toallas, etc., con otras personas.

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